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viernes, 21 de mayo de 2010

Topetazo Dedospechos

Encontráronse DonSaulo
è Ramiro Dedospechos.
En una esquina toparon
è creyeron fue un espejo.

Bien se sabe que Ramiro
es de hembras è comidas
por egual un güen amigo
pero de bolsa encogida.

Egual de Saulo se sabe
que a las doncellas porfía,
ques glotón aún más, si cabe,
è la su bolsa es vacía.

Si afean al de Dedospechos
de ser fácil con la espada,
de ser presto en el acero
al tal DonSaulo le achacan.

Ambos son aficionados
a jugos de varietales
è hay quien los tilda, faltando,
de cuasi profesionales

Total, que chocan de frente
è se ven cual refeljados
en un espejo: ¡que tiemble
el orbe, ya se han juntado!

De resultas dèse susto
DonSaulo ha resucitado
cuando le dio todo el mundo
con gran razón por finado.

È descubre quen su ausencia
hasta un libro han publicado
con todas sus peripecias
encluido el su epitafio.

¡Bien pronto me dio por muerto
- le reclama al escribano -
Pues por fastidialle he vuelto,
después destos cinco años!

¡Que nos pille confesados
ha vuelto el viejo burlón
- se santigua el mencionado -
con lo bien que estaba yo!

jueves, 9 de noviembre de 2006

¡Por los dioses, despertad!

Dice DonSaulo en la sombra:

Vive dios que algo he de hacer,
pues las musas son esquivas,
è los años se deslizan
entre mis dedos, pardiez.

Aún parece que fue ayer
cuan las rimas pergueñaba,
è mis coplillas plasmaba
al segundo en el papel.

Pero, mísero de mí,
no hay nada que me conmueva;
ya no hay drama ni comedia
que me empujen a escribir.

¿Dó quedaron mis andanzas,
esos chistes, chascarrillos,
y aquellos poemas pillos?
¿Dó mis burlas?¿Dó mis chanzas?

¿Dó mi fina alegoría?
¿Dó la risa socarrona?
¿Dó la jactancia è la sorna?
¿Dó se mudó la ironía?

Ahora nada me motiva,
a nada le saco punta;
ya non se presta mi pluma
a su mordaz cirugía.


Pero Pablo le contesta:

¡Saulo de capa caída,
para qué resucitaste
è la mi testa ocupaste,
si sois sólo flor de un día!

A lo que Saulo, responde

Reíd a mi costa, sí,
pues de tal sois el culpable
por non dejar ni un enstante
de vueso tiempo por mí.

Faced algo, si mi ego
en la niebla se disuelve,
entre las brumas se pierde
de mi muerte seréis reo.


Pero Pablo...

Mas si calláis para siempre,
dejareís la mi cabeza
è marcharèis donde sea
que va la gente que muere.

È Don Saulo...

¿È dejar a vuesa gracia,
condenado a aquesta vida,
sesteando en la rutina
de vuesa ensignificancia?

¡Por los dioses que me niego!
Que aún me quedan redaños
para dar un puñetazo
en la mesa, jovenzuelo.


Aunque Pablo le entra a fondo

¿Non podríais elustrar
a un lejano primo en Francia,
è dejarme en la ignorancia
de tan fatuo pedestal?

¿Han de comer los mis fillos
de vuesas altas prebendas?
¿Pagará su honor las deudas
ó llenará sus carrillos?

A lo que Saulo remata

Líbrenme de ser quien niegue
que hayais de currar en firme,
mas, ¿qué al hidalgo destingue
del mediocre mequetrefe?

Que aún viendo al yugo quebrar
sus espaldas, saca fuerzas
para levantar la testa
è gallardía demostrar.

Que aún siendo preso en galeras,
con el látigo mordiendo
sus costillas, ríe contento
para mostrar su fiereza.

Que aún se lanza cada día
mientras corren los mediocres
derrengados hacia el sobre,
a buscar sabiduría.

Que siempre hallará lugar
para una nueva experiencia
que convierta su existencia
en un viaje singular.

Cuando le encuentre la muerte,
pensará: "hasta aquí he llegado".
Mientras otros piensan: "¿cuándo
servirán el plato fuerte?"

miércoles, 16 de agosto de 2006

¡Aquí os reto, responded!

(www.davidclaudon.com)

Vive Dios queste don Saulo
de puro vago, es dormido:
o non me deja tranquilo
o calla durante años.

¿Acaso ya se ha cansado
el pícaro malandrín
de atormentarme è, por fin,
la mi mente ha abandonado?

¿Acaso ya se cansó
de aburrir con sus monsergas?
¿Acaso marchó de juerga
siguiendo su condición?

¿Acaso - ¡oh, ocaso! - casó,
è la su doña le impide
continuar en estas lides
è a mi suerte me dejó?

Desde aquí mesmo concito
la su presencia: aparezca
è dé la cara vuecencia
fablando o en modo escrito,

pues de acabar lo empezado
es deudor con el que firma
en el pie de aquestas rimas
è siempre fue su escribano.

¡Tomad el guante, Don Saulo!

jueves, 18 de agosto de 2005

Dése aspecto desgarbado

Paolo Stoppa davanti allo specchio prima di calarsi nei panni del Tartufo di Moliere


Pablo:
Asumamos un momento
que mi aspecto fuera el suyo,
que lo que se ve es mi cuerpo,
que por fuera somos uno.

En tal caso amigo Saulo,
flaco favor me facèis
cuando ante ojos extraños
vuesas formas imponéis.

Que los demás - è no es raro -
piensan que si es mi cuerpo
el que ven, lo tienen claro:
también será mío el verso.

È si piensan que es mi menda,
¿non os parece cobarde,
Don Saulo, tirar la piedra
è que sea yo quien pague?

¿A qué personas trataba,
a cuantos ya conocía,
de cuantos ayer estaban,
è sus locuras reían?

¿A cuantas desas señoras
A las que aburre è requiebra
conoció usted como mozas?
¿Quizá a nenguna dellas?

È ¿dónde quedará entonces
la mi rectitud sin mancha,
la mi timidez insomne,
la mi discreción loada?

Por vuesa culpa creerán
de mí las fermosas damas,
que soy tan solo un patán
que a todas las hembras ama.

E los hombres pensarán
si a sus mujeres requiebro
que no es hombre de fiar
el que expresa sus deseos.

Amén de pesado è loco,
de verborréico pedante,
de tener tocado el coco
por la lengua de Cervantes.

Flavio Bucci

Saulo:

Pobre tímido è cobarde,
sin valor para intentar
lo que el corazón le mande:
¡Non me venga ustè a llorar!

Non se trata en este mundo
De con todos bien quedar.
Se trata de ser fecundo,
De vivir, non de habitar.

Mas veo que vuesos miedos
Non conseguís dominar
É non os mostráis sincero
Por temor a no agradar.

En estos tiempos ausentes,
de hambre y enfermedad,
renunciáis a ser valientes,
a ser hombres de verdad.

Apartado el sufrimiento
é la desdicha real
está claro que en sus tiempos
manda la comodidad.

Por tanto, cuestión de honor
es aquella que os reclamo:
enfrentarse con valor
é non temer al fracaso.

Sólo el niño teme al miedo.
Non conocéis el dolor
ni sabéis qué es sufrimiento,
mas carecéis de valor.

Por esta razón os conmino:
¡Despertad, matad al miedo!
Sed sincero, ¡Voto a bríos!
Mejor herido que muerto.

Del honor è los requiebros


Saulo:
¡Ya me salió el botarate,
el aburrido mentor
de miserias è desaires
a repetir su canción!

¿Con qué piensa embelesallas,
de oficinas campeón?
¿Con su interesante charla
sobre teclado è ratón?

¿Tal vez el superlativo
coeficiente superior
con Sistema Operativo
Excitará su emoción?

¿Piensa tal vez conquistallas
con controlele-efedos?
¿Acaso va a engatusallas
con el su procesador?

Risa me da su talante,
tan bisoño è tan gañán.
¿Non se da cuenta, egnorante,
que non tiene qué contar?

Es posible que sea viejo,
pero es mejor el camino,
que hemos andado que esos
que ni en sueños conocimos.

È senderos, llevo muchos
en mis espaldas, chaval.
Más de los que a buen seguro
su merced recorrerá.

Mas dejémonos de cuitas
olvidemos diferencias
è fagamos buenas migas,
déjese ya de querencias

Si de convevir habemos
obligación sine die,
será mejor que tratemoss
de lo que nos sintonize.


Pablo:
Si non queda mas remedio
que aguantar a este rufián.
En una cosa está cierto:
no habrá que llevarse mal.

Mas Saulo: de botarate
me acusa è de anodino.
¿De donde piensa que salen
las palabras con que rimo?

¿Acaso non se aprovecha
sin el menor miramiento
de lo que hay en mi cabeza,
de mis propios sentimientos?

Fabla usted muy gentilmente,
mas ¿de dónde se alimenta
si no es de mi propia mente
su preclara enteligencia?

Usted fabla de emociones,
mas le recuerdo: son mías
las vivencias. Non reproche
por tanto que no haiga vida.

È si fabla de experiencias,
non lo olvide: son soñadas.
Únicamente en conciencia
las mías son las pasadas.

Agora le dejo empero,
pues aunque cueste decirlo,
aunque vinagre è fullero,
ya le he tomado cariño.

Fable, faga ya su glosa
desfrute vuesa merced,
que no objetaré más cosas
si non me atacase usted.


Saulo:
Gracias, amigo. Es un trato.
La paz en tal caso firmo,
è continúo el relato
faziendo el semblante mío:

Decía de los mis gustos,
más agora he de fablar
de cosas que de seguro
también han de interesar.

Es Don Saulo caballero,
ante todo è nada más.
Desde lo más hondo espero
que se reconocerá.

Aqueste incorpóreo ente
desfruta con los requiebros
agora que sólo es mente
como non fizo con cuerpo.

Quizá sea, non lo niego,
por gallarda cobardía.
Ententaré explicar luego
aquesta dicotomía:

Cuando con cuerpo contaba
è requiebros yo facía
sabía que incomodaba
a las que los dirigía.

Pues atributo usual
es, en las bien nacidas,
la su virtud preservar
de las ideas lascivas.

Si en vida piropeaba
nunca podía evitar
notar que se replegaban
por su decencia guardar.

Ahora que soy ente etéreo
ya sin cuerpo è sólo mente,
desfruto de los requiebros
que puedo hacer libremente.

Nenguna puede dudar
que mis sanas entenciones
su vertud è honestidad
en peligro nunca ponen.

Más aún: si reconforta,
si consiguen mis palabras
su razón, que no era otra
que cantar sus alabanças,

desfrutar de la belleza,
i expresar lo que se admira,
non debiera estar en guerra
con virtud reconocida.

Por eso decía antes:
de gallardía sin mancha
por celo era cobarde
cuando en vida requebraba.

¿Que si de mozas desfruto?
Cien veces más hoy que ayer,
pues la su belleza adulo
e non tienen que temer.

É tranquilo esté, Don Pablo,
que jamás faceré cosa
que ofenda o que sea malo
para la su Doña Rosa,

que véole en celos metido
cual Otelo en su tragedia.
Mire: non tiene sentido,
jamás estaré con ella.

Non sólo por non tener
peligro carnal alguno:
jamás en vida toqué
el píloro i el yeyuno...

¡Calle, non fable, impaciente!
que le veo que ya empieza.
Deje en silencio su mente,
è que siga la comedia!

Fablaba de gallardía:
si bien nunca fuí cobarde
tampoco creí en vida
que la guerra sirva a alguien.

Miento, a poderosos vale,
que entre las sombras se ocultan,
mientras pobres egnorantes
por ellos van a la tumba.

Asín que en guerra nenguna
me presté a batallar,
si bien se verá que en una
nunca cejé de lidiar:

Es el mi honor por mi parte
el terreno más sagrado
è non soporto se falte
a sus rígidos dictados.

En este campo decía,
Libre una è mil batallas,
por salvar la honra mía
o por la de algunas damas.

Mas non me piense se trata
de mal entendido orgullo,
que a los demás da patadas
mas non le toquen el suyo.

Mas bien fué por lo contrario
por lo que guerrero fuí:
del ajeno desagravio
siempre reparo exigí.

Pues por honor yo entendía:
"aunque nos cause dolores,
defender lo que nos dicta
nuesa escala de valores."

Al pobre dar lo que puedas,
al débil favorecer,
a los viles dar candela,
a las damas proteger,

apoyo a desheredados,
con marginados cortés,
comprensivo con los fallos
de los demás, non de él.

Por esa causa lidiaba.
Fize estragos ¡vive Dios!
en el campo de batalla
mas nunca faltó razón.

A aquél que desesperaba
Del amparo de los fuertes
Siempre encontró la mi espada
Presta para defendelle.

È digo: non me arrepiento
si en camisa de once varas
acabé por los enredos
que la mi honra clamaba.

È del honor dejo ahora
aqueste relato al punto,
que adularse desta forma
no es honorable ni justo.

Del entelecto placeres

Gustavo Doré: Don Quijote Leyendo

Saulo:

Mudemos ahora el discurso:
si a placeres me refiero,
paréceme honrado è justo
que cambiemos ya de tercio.

Es el placer cosa extraña,
porque en este mundo vil
es físico del que se fabla;
confúndese con lo viril.

Placeres del entelecto
en vida tuve la suerte
de desfrutar è su efecto
en mi alma fue más fuerte.

Començaré por los libros:
fué en mí la Literatura
pasatiempo preferido,
dèso no hay la menor duda.

Gracias non daré bastantes
aunque mil años viviera
en siete vidas restantes
a escritores y poetas.

Son las humanas pasiones
ámbito de la tragedia;
cuando nuesas emociones
confunden nuesa cabeza.

è ¿por qué será la llana
vida que aquí todos llevan
la que la risa temprana
nos provoca en la comedia?

¿Será porque nuesas cuitas,
por más que grandes parezcan,
nos endúcen a la risa
si las vemos desde fuera?

Mas es de todo lo escrito
mi predilecta afición
aquesto que yo describo
como 'de devulgación'.

Hestoria: las biografías
de grandes prohombres son
los libros por que sentía
mi mayor predilección.

Non digo que fuesen santos,
pues estos conquistadores
a inocentes matando
obtuvieron sus honores.

Mas la admiración sincera
que sus biógrafos profesan
suele hacer que en ellos vean
sólo vertudes guerreras.

E aunque la Hestoria yerre
más veces que aciertos tenga,
desfruté de sus placeres,
aunque fuera a mi manera

Emaginándome en Roma,
o creyendo estar en Grecia,
me bebía hasta las comas
de históricas novelas.

Pasé momentos tan gratos,
con la mi mente enflamada...
¡Si crucè junto a Alejandro
las murallas de Ecbatana!

¡Yo viví las peripecias
de pirámides è templos
construcción, è aún la ciencia
non sabe cómo se hicieron!

¿Que de puntillas pasaron
sobre los miles de vidas
de parias que se cobraron
las citadas maravillas?

Yo lo sé, è non lo olvido.
Ya dije que prefería
mil veces a un pobre vivo
que la Gran Muralla China.

Sabido es que estos hombres
que llamamos prencepales,
en la Historia tienen nombres;
mas fueron cual animales.

Que por conseguir su meta
a base de fuego è sangre
construyeron con crudeza
lo que les fizo tan grandes,

pero non todos aquellos
quen la Historia son nombrados
pasaron a sangre é fuego
a mil pobres desgraciados:

grandes hombres de la ciencia,
filósofos, alquimistas,
sacudieron mi conciencia
egual que algunos artistas:

asín supe de Leonardo,
quen todo puso talento,
de Chéspir è Anaximandro,
de Velázquez é Durero.

Ficiéronme buen servicio
cómo natura funciona,
las costumbres de los indios,
las artes de la amatoria...

De aquél mi vital periplo
lo mejor sin duda ha sido
aquello quel texto escrito
en mis sueños ha inferido.

Pablo:
Bueno, Don Saulo, permita
que meta baza otra vez:
sólo por meterle prisa,
que en ascuas me tiene usted

è se alarga demasiado.
Yo diría que se enrolla;
non quisiera yo ensultarlo,
mas abrevie perifolla


(www.cincosiglos.org)

Saulo:

Sigo: non quiero dejarme
por demás en el tintero
lo que consiguió elevarme
hasta las puertas del cielo.

Es la música de todas
las artes la más sublime
en sus alas me transporta,
è fazme vivo sentirme.

Desde Bach hasta De Pablo,
de Stravinsky hasta Vivaldi,
el su legado es tan amplio
que agotar non puede nadie.

Hercúleas construcciones,
de encaje de puro hielo,
facen estas elusiones
desfrutar al mi entelecto.

Etéreas ensoñaciones,
abstractos juegos de objetos
que subliman emociones,
que fácennos ver el cielo

Emociones infantiles,
pasiones desgarradoras,
himnos è misas, delfines
saltando sobre las olas,

Van del entreteniento
a lágrimas de emoción
los senceros sentimientos
que afloran con su audición.

A muerte graves lamentos
de austera è gris vestimenta,
glorias que tocan el cielo,
arrebatadas tormentas...

Música es para el oído
senfonía de color,
cual al paladar los vinos
así es la su audición.

Después de tal alabanza
del placer que da escuchar,
si aún lo pongo en la balanza,
me quedo con practicar.

Nada es comparable a esto.
No hay emoción tan completa.
Íntimo estremecimiento
percibes cuando interpretas.

Cada cuerda que es pulsada,
por cada verberación,
es el ánima alcanzada,
es rozado el corazón.


Pablo:

Sólo una cosa è me callo:
¿Escuchó en el siglo quince
el afamado De Pablo,
al gran Igor Stravinsky?

Guitarra medieval (www.cincosiglos.org)

De placeres de la carne

AngelMartin: Bodegon cobre (www.angelmartin.com)



Saulo:
¡Cállese ya de una vez
el corpóreo continente!
De llorar termine usted.
¡Deje fablar al durmiente!

Es Don Saulo un caballero
de vieja usanza investido,
aunque non pueda decirse
que non sea bien vivido.

Gusta de los buenos caldos,
en la buena mesa goza,
è después de los cigarros,
gusta de amar a las mozas.

Es en estas ocasiones
cuando sale a relucir
su talento, sus canciones
è su gusto en el vivir.

¿Que si deja a Pablo a oscuras?
¡Que se apañe el perillán,
que ocasiones tuvo muchas
que dejó desperdiciar!

De casa al tajo è de vuelta.
¿Llama usted a eso vivir?
Ya tendrá que rendir cuentas
cuando le llegue su fin.

Aprenda de mí, muchacho,
que sé bien lo que facer:
a las mozas requebrando,
è desplegando saber.

Sigamos, è por mi alma
le ruego non me interrumpa
mientras fago mi semblanza,
o le envío hacia la tumba.

Fablaba del mi buen gusto
por la mesa è las viandas,
por las carnes en su punto,
por la caza escabechada.

De verduras, también éstas
me placen. Especialmente
esas joyas de la huerta
que vemos tan raramente.

En estos tiempos que corren,
en que todo es congelado,
de las cámaras las cogen
cual helados cosechados.

Por eso cuando me encuentro
despistada por la mesa
una que sea de huerto
a la panza va derecha.

De los frutos de los mares
faceré punto è aparte.
Non es que non me depare
placer echarles el guante.

Lo que sucede es sencillo:
cuando los peces ataco
con tenedor è cuchillo
con su espina me atraganto.

È como es flaco el sabor
que llega hasta mis papilas
- debido al congelador
al que fueron sometidas -

sus carnes por general
de segunda considero,
salvo si - casualidad -
me las aprieto en un puerto.

Qué decir de caldos finos,
que non diga ya el refrán:
que al que non le gusta el vino
es egual que un animal.

Para éstos siempre a punto
presto tengo el paladar.
Que por cierto siempre educo
con los caldos del lugar.

De los tintos gusto todos:
de Rioja, de Ribera,
Valdepeñas, Barros, Toro,
Somontano, Cariñena...

è montones de otros tantos
quen este enstante non puedo
detallar aun siendo gratos
para mi los sus recuerdos.

En esta tierra querida
no hay nada que sea mejor
que los tintos que destilan
en cada villa è mesón.

Si son blancos, mejor secos;
en tratando de yantar.
Los dulces dejo para ésos
aperitivos è tal..

Para pescados aliño
non encontraré mejor
quese vino de Albariño
quen Galiçia se inventó.

È ¿qué dicen del Cigales?
¿o el de Cebreros (clarete)?
entran bien, è mejor salen,
aunque a siesta te someten.

No hay mejor manera - digo -
de facer la degestión
que siesta, tras un buen vino,
de orinal è camisón.

Non me olvido de los postres,
¡cómo iba a hacerlo yo!
mas prefiero los sabores
que non pasan de dulzón.

Ácidos, dulces, amargos
en templada senfonía,
son de mi gusto ese lazo
que rubrica la comida.

È nunca se olvide usted,
para el ágape acabar,
de enfusiones, de cafés,
è lo que viene detrás:

Los licores, los placeres
de volutas al fumar...
todo esto es el copete
que nunca debe faltar.

Non puedo acabar la glosa
del placer que me depara
la buena mesa si ahora
aquesta cosa olvidara:

Es la buena compañía,
la tertulia enteligente,
de la mesa qe se precie
el prencepal ingrediente.

Non hay mesa si uno es solo.
Solo tablón y a jalar.
Si non fablas por los codos
non se desfruta el yantar.

Sobremesa prolongada
es la manera de hacer
buen servicio al entelecto,
que también ha de comer.

Sólo con tal alimento
es nuesa ánima saciada,
que mediante el entelecto
se alimentan nuesas almas.

Falta aún por darle agora
de comer a otro bribón,
que aunque cosas non devora
requiere nuesa atención.

En requebrando a las mozas,
en ganando su atención,
en buscándolas a solas
se alementa el corazón.

Que non de pan solamente
se alimenta el hombre, creo,
è con esto justamente
se alimenta nuestro ego.

Ver rendida a la doncella
a nuesa fuerça enterior,
è admirar la su belleza
da comida a nueso yo.

El resto, lo dejaremos
para otros caballeros.
Aunque jóvenes è apuestos,
non me cambiaba por ellos.

AngelMartin: Amores para Dulcinea (www.angelmartin.com)

Pablo:
Como veis, el tal Don Saulo
se cree un conquistador.
¡un pedante, un endiosado
vanidoso digo yo!

Lástima dan las doncellas:
de su verborrea aturdidas
mareada su cabeza
entre versos è coplillas.

Que digo yo que podría
maese Saulo, tal vez,
dejarnos alguna viva
para el resto del plantel.

Pienso que usted alucina;
que de viejo è desdentado
la su vista ya no es fina
è confunde de ganado.

¿Non serán esas doncellas
que facen corrillo tal
las sufridas mesoneras
que esperan para cobrar?

¿Non será que su belleza
que emagina usted ofrecen
trátase de alguna cuenta
que de su pago requiere?

¿Non será la sobremesa
que por la cena aforar
le lleva la mesonera
a la cocina a fregar?

Cuando piensa que le invitan
a sus aposentos mozas...
¿Non será más bien que insistan
para que friege la loza?

Otro inciso: de los caldos,
es de justicia indicar
que si reservas tomamos
soy yo el que ha de pagar.

E non olvide Don Saulo,
que los Pesqueras, Ardanzas
è los otros tintos caros
non cató en las sus andanzas.

Si non me falla la Hestoria,
allá por el siglo quince
non tiraban de Tondonias,
ni en los Reales convites.

Non dudo que de reservas
ya desfrutaran algunos,
más sí de que se sirvieran
en mesa de todo el mundo.

Que sí, que de naturales
a los caldos de sus tiempos
éstos non pueden ganalles,
más dudo que fueran buenos.

¿Desfrutaba solomillos,
lubinas è mejillones?
Que non llegarían, digo
a Castilla en condiciones.

Más bien creo recordar,
las bacaladas bien secas:
sólo pescado en el mar,
sólo carne en la meseta.

Reconózcalo, rufián.
Sé que a un cristiano conmino.
Menda no ha de comulgar
con sus piedras de molino.

È de su charla galante...
de su preclaro entelecto...
mire usted, Don Saulo: ¡pare,
yo le aguanto el día entero!

Viña Ardanza del 96 mmmmh

Dése tal Saulo semblanza



He de decir ante todo,
que Don Saulo es mi tormento:
Pepito Grillo a su modo
transformado en alter ego.

Es de su afán literario
de lo que más queja tengo:
que non me deja a diario
de dar la lata el pendejo.

En cuanto que me descuido,
atácame el interfecto,
y en mi mente sus versillos
aparecen al momento.

Los mis dedos corren solos
é las teclas aporreo,
gobernado por su antojo,
enmimismado è poseso.

Es el tal Saulo - por tanto -
aunque en mi mente se alberga
a la par mi risa è llanto,
è causa de mil refriegas.

Es Don Saulo, ya decía,
nacido en mi mesmo sitio.
Mas non en mi mesmo día,
pues nació ya crecidito.

A Don Tiago(*) apuntaría
como prencepal culpable
de su aparición tardía.
(más valdría nunca que tarde)

Todo empezó cual suceden
casi siempre aquestas cosas,
que a furtadillas crecen
cual camada de raposas.

Ahora parar ya non puedo,
pobre è mísero de mí,
a este paso habremos duelo
pues éste será mi fin.

Cada día crece è crece.
Non descansa el malandrín;
que su coplilla embelese
de celos me mata a mí.

Yo que dél quiero librarme,
cada día veo más fuerte
al enemigo encontrarse
è a este paso me da muerte.

Mas Don Saulo, aquí prometo
romper la dicotomía:
en este mesmo soneto
yo me saldré con la mía.

Aquí termino el prefacio
desta relación extraña,
que es prólogo necesario
para entender tal maraña.

Don Tiago: apreciadísimo amigo de Don Saulo è mejor poeta