martes, 18 de octubre de 2005

Crónica de una Puercopa anunciada I Parte





Gafotas è Tontorrones,
a la hora convenida,
se presentan en calzones
en el campo de María.

Son las cinco de la tarde,
el sol inclemente azota.
Remolonean pues nadie
quiere salir de la sombra.

Pelotean sin descanso.
"Sólo para calentar"
-dice Carlitos a Saulo-
como si pudiera helar.

Dos horas dando patadas
a la maltrecha pelota
que dejan casi agotadas
cervezas è cocacolas.

Van de grana los Gafotas,
mas juegan sin anteojos,
è se pasan la pelota
tirando hacia el bulto rojo.

En cambio, los Tontorrones
van vestidos a su aire
con tal mezcla de colores
que non los distingue naide.

Dicen las animadoras
Que ellas van uniformadas:
que debajo de la ropa
non lleva nenguna nada.
Entre el público presente,
la nenita de Raúl,
Don Ángel, el disidente,
è quien imaginas tú.

Al fin comienza el encuentro.
Marca Susana el inicio,
vestida para el evento
fashion, provista de pito.

Es la anfitriona invitada
a facer saque de honor,
que resuelve con patada
que casi le da al balón.

Acto seguido se lanzan
los dos equipos a fondo,
esquivando tarascadas
entre las nubes de polvo.

Lleva el equipo Gafotas
el balón en montonera,
que non se ve la pelota,
tal es el bosque de piernas.

Corre el Ciego por la banda
esquiva una entrada, dos,
se la pasa al Antiparras,
y el Lentillas marca ¡gol!

Uno a cero. Ya se oyen
desde el equipo contrario
cómo se elevan las voces:
"¡el árbitro está comprado!"


Pero de nuevo la suerte
de los Gafotas arrecia:
un balonazo en la frente
fue remate de cabeza.

¡Dos a cero! ya se impone
la gran superioridad
que el eqipo de la ONCE
muestra sobre su rival.

A todo esto, Don Saulo
-que ejerce de utillero-
cuida de que demasiado
non se derritan los hielos.

Si se enfría una cerveza,
raudo parte a vaciarla
non sea que la nevera
se constipe de albergarla.

Llega el tercero: un defensa,
resbala con el sudor
è un Gafotas aprovecha
para marcar otro gol.

Ya llevamos diez menutos,
è por encima del barro
alguno de los Gafotas
la su lengua va arrastrando.

"¡Vaya comienzo explosivo!"
-se comenta en la parroquia-
"veremos si éste excesivo
esfuerzo no se les nota."

Dicho è fecho: a un Gafotas
que la su lengua arrastraba
le han quitado la pelota
è ya corren por la banda.

Chuta el Tontorrón al centro
con tal suerte que se cuela
entre los pies del portero
que no ha cerrado las piernas.

¡Tres a uno! los Gafotas
están pagando el esfuerzo,
è si viene la pelota
más de uno se hace el muerto.

Una liza en la defensa
deja a Don Pablo Fernández
con una herida de guerra,
manando abundante sangre.

Mira que lo dijo Saulo:
estos juegos de balones
terminan, amigo Pablo,
entre heridas è dolores.

Se produce una refriega:
luchan contra el utillero,
que protege la nevera
del acoso de los perros.

Siete cervezas después
vuelve a iniciarse el encuentro,
dejando al herido aquél
en el banquillo por muerto.


Siguen los Tontos su racha:
meten un gol por arriba
cuando el portero se agacha
a recoger sus lentillas.

Al poco, sacan un córner.
("desquina", dí el colegiado)
Lo sacan los Tontorrones,
è meten gol con la mano.

"Pero... árbitro, ¿estás ciego?"
- tienen guasa los Gafotas -
A lo que responde:"¡Quietos,
o saco tarjeta roja!"

Antes de que caiga el cuarto,
¡Fin de la primera parte!
É se van hacia el descanso
contentos con el empate.

Es ahora la nevera
la que sufre los horrores
de tremenda montonera
de público è jugadores.

Agotadas las cervezas,
le piden a la anfitiona
que rellene la nevera
de ginebra è cocacola.

"Hay cerveza sin alcòl"
-vocea al fondo el Tío Saulo-
mas le responden: "mejor
cubatas en vaso largo"

Perdida ya la amistad
al ataque sin vergüenza
se lanzan sin pestañear
amigos desde la escuela.

"Venga, señores, dejemos
por un momento el alpiste
ì el encuentro continuémos.
Non quiero que se despisten"

Esto decía Susana,
de colegiado investida
pero la miran sin ganas,
enganchados a las birras.

¡Sus è al árbitro, manteallo!
se oye una voz familiar.
El tal Saulo así a logrado
otra birrita alcanzar.

Al fin entre hipos i eses
se deciden a empezar
aguarden vuesas mercedes
que el cuento continuará.


FIN DE LA PRIMERA PARTE

1 comentario:

  1. Jajajaja, mejor cronista-literario-deportivo no hay ¡Don Saulo el mejor!

    Esperaré la segunda parte :)

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