viernes, 4 de noviembre de 2005

Hestoria de engenua filla por grana capuz tocada

(sepiensa.org.mx)

Érase una vez que había
junto a los bosques, un lar
do una fermosa chiquilla
moraba con su mamá.

Tuvo a bien la suya madre,
pues non les sobraba ropa,
con unos viejos retales
facerle una capa roja.

Cuando corría fermosa
entre los robles è tilos,
"Es Caperucita Roja"
- se admiraban los vecinos.

Un día, que Caperucita
correteaba en su jardín
entre las flores jugando
en su inocencia, feliz,

oyó a su progenitora
llamar desde las cocinas
è fue hasta allí sin demora
por saber lo que quería.

"Por hoy se acaba la fiesta
que has de facerme un recado"
- dijo tomando una cesta
è colgándola en su brazo.

"En aquesta cesta tienes
una pequeña merienda,
con pasteles, miel è leche
que has de llevar a tu abuela.

Mas non cruces por el bosque.
Toma el camino que lleva
entre tilos è alcornoques
cual si fueras a la escuela."

Arrugó el ceño la niña,
pues el camino era largo
è como jugar quería
pensó tomar un atajo.

Internándose en el bosque,
la enfanta correteaba.
Iba recogiendo flores
con las que un ramo formaba.

Era tal su destracción,
que iba olvidada de todo
y en la cuenta non cayó
de que la seguía un lobo.

Apareció de repente,
en cerrándole el camino.
Astuto cual una sierpe
aquestas palabras dijo:

Foto: Eugenio Recuenco(http://www.gianfrancomeza.com)

"¿Do vas tú, Caperucita,
con esa fermosa cesta?"
"Do mora la mi abuelita,
por darle la su merienda"

"Habemus nieta è abuela"
-tragó saliva el bribón-
"en ganando las dos presas
nueso ayuno se acabó.

"Fermoso ramo, a fe mía
el que lleváis a la anciana.
Del río, en la otra orilla
vi un narciso esta mañana."

Despidióse así el rufián
è corrió sin darse tregua
para al enstante llegar
a la casa de la abuela.

Mientras tanto, la inocente
demoróse un poco más
recorriendo la corriente
en su búsqueda floral.

El lobo llamó a la puerta
de la infortunada anciana
è fingiendo ser su nieta
tocó suave en la aldaba.

-"¿Quien llama?"-"Caperucita"
- dijo con voz simulada -
"Pasa, mi nieta querida,
estoy enferma en la cama"

Entró el lobo. En un enstante
devoró a la pobre abuela
entre sus enormes fauces
è disfrazose de ella.

Llegando a casa la niña,
encontrose a un cazador,
que dijo: "Caperucita,
¿has visto al lobo feroz?"

"En el bosque, hace un momento,
vi a un lobo cerca de aquí.
Mas parecía un lobo bueno,
muy correcto è muy gentil"

Marchó el cazador aprisa
preparando su escopeta
è al poco, Caperucita
llegó a casa de su abuela.

Llama bajito a la puerta:
"Soy Caperucita, abuela".
"Pasa, querida está abierta,
¿Me has traído la merienda?"
(www.gslis.utexas.edu)

Se acercaba la enfeliz
hacia el lobo sibilino
mas non pudo reprimir
parándose en el camino:

"Oh, abuelita cuán grandes,
è cuán peludas è negras
de tu gorro sobresalen
enhiestas tus orejas"

"Son por escuchar mejor,
querida Caperucita,
vuesa cantarina voz
que nos colma de alegría"

Non bien un paso se acerca
hacia la cama la enfanta
è de nuevo para en seco
inquiriéndole extrañada:

"Sobrecógenme esos ojos
de tan brillantes pupilas"
"Brillan" - le responde el lobo
"por veros tan bien crecida."

Aún se acerca temerosa
è llegándose a la cama
le pregunta temblorosa
a la venerable anciana:

"Abuelita, sobresalen
de su boca unos caninos
que en mi egnorancia se antojan
puñales de doble filo"

En aquesto salta la fiera
sobre la pobre chiquilla
è de un bocado se aprieta
a cesta è Caperucita.

Hay quien dice que después
alertado por los gritos
vino el cazador aquél
è tal entuerto desfizo.

Otros dicen que se escucha
aún al lobo feroz
que por las noches aúlla
de tan grande endigestión.

È quien jura que en tal cuento
falta una escena de cama
è que non es tan cruento
salvo a oídos de las damas.

Como sea: si en un bosque
vuecencia a un lobo encontrara,
dónele el ramo de flores
è corra llamando a un guardia.

(espanol.geocities.com/renaultoriginal/varios/curiosidades)