miércoles, 19 de octubre de 2005

Crónica de una Puercopa anunciada II Parte




Ya se reanuda el encuentro,
pero aquí se vino a ver
que para hacer un buen juego
lo mejor es non beber.

Coge el balón un Gafotas.
A todos se regatea,
tira a puerta la pelota
è se va hacia la nevera.

Sacan los Tontos del centro;
el mejor lleva el balón.
Queda solo ante el portero,
pero sufre un resbalón.

Ahora los Gafotas sacan,
è tres cuartos de lo mismo:
esquivadas las patadas
meter el gol fue sencillo.

Los porteros, a por uvas,
pero de las de Dionisos;
si en los corners los empujan
destilan litros de vino.

Los defensas, a la sombra,
facen castillos de latas
é las tiran entre bromas
al delantero que avanza.

¿Delanteros? Sin problemas,
aunque sin respiración.
Bombona oxígeno a cuestas
van persiguiendo al balón.

Sujetándose un costado,
un defensa de los Tontos
mete un fuerte pelotazo
con la canilla hacia el fondo.

¡Gol de nuevo! una ovación
arranca de la parroquia,
mientras el su corazón
se le escapa por la boca.

Un Gafotas, despistado,
va a la banda maldiciendo
è pregunta al colegiado
si vio un hígado corriendo.

Por fin, alguien responsable:
un defensa Tontorrón
se acerca a la banda: "¡Padre,
deme ya la extremaunción!"

Menos mal quen este juego
cuando te han metido gol,
te toca sacar del centro,
è flaca es la oposición.


El que más se desespera,
el que pide el cambio ya,
es el marcador, pues lleva
más labor que los demás.

Ocho a ocho, rumorean
público è animadoras
que han perdido ya la cuenta.
Los otros piden la hora.

Susana pita el final.
É se monta en la nevera
una melé criminal
que disuelven con manguera.

Con lágrimas en los ojos
agradecen se termine
egual Gafotas que Tontos,
entre jumeo de tachines.

La anfitriona, todo estilo,
les ofrece su piscina.
Mas les recuerda: prohibido
mezclar aguas cristalinas.

"¡Que ni el cuerpo de bomberos!"
- chillan las animadoras
mientras quedan casi en cueros
Tontorrones è Gafotas.

El deporte es muy cansado.
Ahora hay que recuperar
los líquidos que han gastado.
(A Coro):"¡Vamos al bar!"

En fin, fue competición
de beber más que partido.
Sólo hubo una lesión,
é algún fígado perdido.

A Don Saulo le tomaron
juramento de glosar
el partido, acorralado
contra la barra del bar.

È como Saulo es así
è un pacto entre caballeros
nunca deja de cumplir,
este lance está resuelto.

martes, 18 de octubre de 2005

Crónica de una Puercopa anunciada I Parte





Gafotas è Tontorrones,
a la hora convenida,
se presentan en calzones
en el campo de María.

Son las cinco de la tarde,
el sol inclemente azota.
Remolonean pues nadie
quiere salir de la sombra.

Pelotean sin descanso.
"Sólo para calentar"
-dice Carlitos a Saulo-
como si pudiera helar.

Dos horas dando patadas
a la maltrecha pelota
que dejan casi agotadas
cervezas è cocacolas.

Van de grana los Gafotas,
mas juegan sin anteojos,
è se pasan la pelota
tirando hacia el bulto rojo.

En cambio, los Tontorrones
van vestidos a su aire
con tal mezcla de colores
que non los distingue naide.

Dicen las animadoras
Que ellas van uniformadas:
que debajo de la ropa
non lleva nenguna nada.
Entre el público presente,
la nenita de Raúl,
Don Ángel, el disidente,
è quien imaginas tú.

Al fin comienza el encuentro.
Marca Susana el inicio,
vestida para el evento
fashion, provista de pito.

Es la anfitriona invitada
a facer saque de honor,
que resuelve con patada
que casi le da al balón.

Acto seguido se lanzan
los dos equipos a fondo,
esquivando tarascadas
entre las nubes de polvo.

Lleva el equipo Gafotas
el balón en montonera,
que non se ve la pelota,
tal es el bosque de piernas.

Corre el Ciego por la banda
esquiva una entrada, dos,
se la pasa al Antiparras,
y el Lentillas marca ¡gol!

Uno a cero. Ya se oyen
desde el equipo contrario
cómo se elevan las voces:
"¡el árbitro está comprado!"


Pero de nuevo la suerte
de los Gafotas arrecia:
un balonazo en la frente
fue remate de cabeza.

¡Dos a cero! ya se impone
la gran superioridad
que el eqipo de la ONCE
muestra sobre su rival.

A todo esto, Don Saulo
-que ejerce de utillero-
cuida de que demasiado
non se derritan los hielos.

Si se enfría una cerveza,
raudo parte a vaciarla
non sea que la nevera
se constipe de albergarla.

Llega el tercero: un defensa,
resbala con el sudor
è un Gafotas aprovecha
para marcar otro gol.

Ya llevamos diez menutos,
è por encima del barro
alguno de los Gafotas
la su lengua va arrastrando.

"¡Vaya comienzo explosivo!"
-se comenta en la parroquia-
"veremos si éste excesivo
esfuerzo no se les nota."

Dicho è fecho: a un Gafotas
que la su lengua arrastraba
le han quitado la pelota
è ya corren por la banda.

Chuta el Tontorrón al centro
con tal suerte que se cuela
entre los pies del portero
que no ha cerrado las piernas.

¡Tres a uno! los Gafotas
están pagando el esfuerzo,
è si viene la pelota
más de uno se hace el muerto.

Una liza en la defensa
deja a Don Pablo Fernández
con una herida de guerra,
manando abundante sangre.

Mira que lo dijo Saulo:
estos juegos de balones
terminan, amigo Pablo,
entre heridas è dolores.

Se produce una refriega:
luchan contra el utillero,
que protege la nevera
del acoso de los perros.

Siete cervezas después
vuelve a iniciarse el encuentro,
dejando al herido aquél
en el banquillo por muerto.


Siguen los Tontos su racha:
meten un gol por arriba
cuando el portero se agacha
a recoger sus lentillas.

Al poco, sacan un córner.
("desquina", dí el colegiado)
Lo sacan los Tontorrones,
è meten gol con la mano.

"Pero... árbitro, ¿estás ciego?"
- tienen guasa los Gafotas -
A lo que responde:"¡Quietos,
o saco tarjeta roja!"

Antes de que caiga el cuarto,
¡Fin de la primera parte!
É se van hacia el descanso
contentos con el empate.

Es ahora la nevera
la que sufre los horrores
de tremenda montonera
de público è jugadores.

Agotadas las cervezas,
le piden a la anfitiona
que rellene la nevera
de ginebra è cocacola.

"Hay cerveza sin alcòl"
-vocea al fondo el Tío Saulo-
mas le responden: "mejor
cubatas en vaso largo"

Perdida ya la amistad
al ataque sin vergüenza
se lanzan sin pestañear
amigos desde la escuela.

"Venga, señores, dejemos
por un momento el alpiste
ì el encuentro continuémos.
Non quiero que se despisten"

Esto decía Susana,
de colegiado investida
pero la miran sin ganas,
enganchados a las birras.

¡Sus è al árbitro, manteallo!
se oye una voz familiar.
El tal Saulo así a logrado
otra birrita alcanzar.

Al fin entre hipos i eses
se deciden a empezar
aguarden vuesas mercedes
que el cuento continuará.


FIN DE LA PRIMERA PARTE

jueves, 13 de octubre de 2005

Avance de la Puercopa

Dentro de las coplillas famosas, se impone la reedición de la serie dedicada al partidillo de la renombrada Puercopa de fútbol.

www.efdeportes.com



Con ilusión lo esperamos.
Ya el partido se demora.
Los grupos están formados:
Tontorrones è Gafotas.

Don Álvaro, intrépido è bravo,
- que es quien todo lo organiza -
a su Gafotas amado
exhorta para la liza.

Él sólo en líder se erige
desafiando al destino
que le reserva un esguince
como la copa de un pino.

Por tanto no es menester
que se le apliquen con fuerza:
¿Quién quiere penalti hacer
si la lesión está en puertas?

No saldrá incúlome - digo -
la región canicular
de los hados, el destino
è patada por detrás.

Me refiero - ¿en qué pensaban? -
a una de sus canillas.
que ya veo que asociaban
'canículas' con 'canicas'.

Preparen, pues, un reserva
que faga de capitán
cuando al banquillo se vuelva
Don Álvaro a reposar.




Verán jugar a Don Saulo:
(con los palillos del bar,
pues él prefiere un buen trago
a patada por detrás.)

Mas comprendan a su amigo,
que non encuentra placer
en, con diez en calzoncillos,
tras de una bola correr.

Además, mucho me temo
que tendremos que llamar
a ambulancias è galenos.
Cuenten con èl para tal.

Ya que a cuantos no sabemos
esta vez sucederá
que se encuentren afectados
por la amnesia habitual,

tras el memorable duelo
un cronista es menester,
para que recuerden luego
las peripecias de ayer.

Aquí encontrarán de nuevo
a Saulo, el de Calzasverdes,
el ensigne coplillero
de los nuesos quehaceres.

Resumiendo: por un tubo
Están previstas lesiones,
porque patada es a fútbol
como ladilla a ...

Saulo



"¡Ave negra de mal agüero!
me predecís una lesión,
pues yo auguro en vuestro agujero
entrada de martillo pilón.

Aún estais a tiempo,
poneos las katiuskas
y dad a la gente ejemplo
de vueso arte, digno de Puskas

Déjanos ser testigos
de vuesas deportivas proezas
y luego como amigos
tomemos las cervezas"

Álvar.



Ferenc Puskas (www.probertencyclopaedia.com)

¡Oh, Don Álvar de Rodrigue!
¿Tanto mal os deseáis?
¿Vos, de Gafotas el líder,
a que juegue me animáis?

Antes martillo pilón
insertado en esa parte
que Saulo con el balón.
Es lo que he de desearte.

É por vueso bien lo digo,
pues si tocara balón,
perdería a mis amigos,
amén de escupir pulmón.

De joven ya era yo
campeón de llevar agua,
del banquillo morador,
adalid de la toalla...

Cuando los niños echaban
a pies a quien escogían
al último que le tocaba
se hacía la piesectomía.

Es mi estilo, enconfundible:
tal mi expresión canillar,
que de tal irrepetible
el resto se iba a mear.

è mis carreras graciosas,
trotecillos por la banda,
dejarán por salerosas
a de un asno viejo nalgas.

Eso si, con el balón
dejo las bocas abiertas,
pues cuando apunto a un farol
se defenestra una vieja.

Ruego, por tanto, non pongas
a Don Saulo en ese brete,
si no queréis que el Gafotas
pierda cero a diecisiete.